Sinapsis

Motivaciones

Sin duda creo que existe una relación íntimamente indisoluble entre la arquitectura y la curiosidad la humanidad, el compromiso y la experimentación. Y todo ello se gesta en la actividad cerebral.

En Primero de Carrera nos presentaron a los Maestros de la Arquitectura: Le Corbusier, Wright y van der Rohe. A punto de finalizar el curso surgió un nombre: Alvar Aalto. De él sólo obtuve pequeñas pinceladas que fueron suficientes para que mudase el concepto de arquitectura en mí.

Decía el arquitecto finlandés «La Arquitectura moderna no significa el uso de nuevos materiales, sino utilizar los materiales existentes de una forma más humana». Ese tipo de arquitectura define el modo en el que entiendo Proyectar a través de un funcionalismo mucho más amplio que el puramente técnico: diseño ergonómico y cognitivo a pequeña y a gran escala, por y para la persona.

Con los años he madurado y afianzado en la idea de que es la construcción, a través de los materiales y su técnica, la que consigue esta humanización. Los materiales propios del lugar y la arquitectura enraizada al lugar.

La arquitectura desde el ínfimo detalle hasta la escala más amplia. Aproximarse al plano y a todas sus escalas desde el respeto.

La neuroarquitectura. La neuroergonomía. Al fin y al cabo, accesibilidad

La geometría espacial puede producir ansiedad, neurosis, enfermedades mentales y agravar las físicas. Sí, soy consciente de todo lo que implica afirmarlo, mas si algo me ha preocupado y sobre lo que he investigado y leído mucho durante años ha sido sobre la repercusión de la arquitectura en varias áreas del cerebro emocional (amigdala, cerebelo…).

La luz y el diseño de pequeños espacios y mobiliario ayuda a entender como el ojo se acomoda o se irrita en determinados espacios según qué luz o qué material. Así también la influencia en el equilibrio y orientación en un edificio y, sobre todo, en el confort físico y psíquico del diseño a pequeña escala.

Materiales, texturas o colores influyen en las «tormentas cerebrales». En la arquitectura latina lo he podido comprobar. ¿Qué percepciones se extraen del manejo de las estructuras de algunos arquitectos brasileños en su claridad geométrica espacial? ¿Cómo los colores, las texturas, los muros o el manejo de luz y espacio influyen en las percepciones hápticas, sonoras u oculares? Podría continuar, pero sólo se tratan de ejemplos de cómo la arquitectura y también la escultura y pintura me han hecho reflexionar y avanzar en el concepto que tengo de arquitectura ligada a la persona y a su cerebro. A la neuroarquitectura.

Bocetos de Alvar Aalto para el Sanatorio de Paimio

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