Autora: Belén Vaz
Ubicación: Os Mallos (A Coruña)
Año del proyecto: Abril- Junio 2015
Información: Os Mallos es un lugar ciertamente conflictivo. Alvar Aalto formulaba que de la decisión del arquitecto dependía hacer lugares seguros o peligrosos. ¿Cómo hacer de una amenaza una fortaleza? A través de su organismo y de su forma. La conexión de una vía que filtra el camino parque y calle hasta la parcela en la que se desarrolló el proyecto.

Una parcela entre elevadas medianeras. Su situación no ayudaba a una buena iluminación. La vida es luz y la arquitectura también lo es. Decía Le Corbusier “la arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de volúmenes bajo la luz”. ¿Por qué no se iba a jugar a un juego de soleamiento? ¿Por qué no jugar a los puzzles “funcionales”? Clases al este, sala multiusos al suroeste, espacios sirvientes relegados al norte.
¿Y un niño/a ve lo mismo que una persona adulta? ¿Debía ser la misma iluminación la de la sala multiusos que la del aula? Dadas las circunstancias de la parcela, ¿podría recibirse suficiente luz si los rayos sólo entrasen por fachada o quizás serían mejores unos lucernarios con luz homogénea?

Los niños y las niñas convivirían en un ámbito cómodo, estimulante y seguro debido a que la actual creación arquitectónica para adultos conduce a que niños se vean con ropa de talla XXL en un cuerpo de talla 12-36 meses. En este proyecto primó la jerarquía del infante.
Finalmente, para evitar la sobreexposición del niño, se decidió colocar ventanas a la altura del mismo. El/la niño/a no es observado/a, es él/ella quién observa. Además, así se creaba continuidad naturaleza-edificación, la cual es fundamental para el desarrollo de la mente y estimulación de las personas usuarias de una guardería. Sólo ante la mirada panóptica del cuidador, en el concepto global de espacio “vigilado sin vigilar”, fueron custodiados/as.
El edificio fue protegido del exterior, de la calle, con su geometría y creación de zócalos y semisótanos.
