La figura de Frida Kahlo, pintora mexicana de principios del siglo XX, se posiciona como imagen del empoderamiento de la mujer, del feminismo, del 8 de marzo.

En la imagen: retrato de Frida Kahlo en blanco y negro. En él se ve a la mexicana ligeramente ladeada, con una mano apoyada sobre la barbilla observando el horizonte.

Esto se debe a que Frida destacó en un mundo de hombres, ya que eran ellos los que recibían el reconocimiento en el ámbito artístico por aquel entonces. Consiguió sobresalir por la seguridad en sí misma y por su fortaleza, resiliencia y, por supuesto, por su talento.

Pero Magdalena del Carmen Frida Kahlo Calderón va más allá. Las circunstancias que abordaron su vida, que condujeron y enriquecieron su labor profesional no sólo la llevan a erigirse como figura de un 8 de marzo. También podría hacerlo un 3 de diciembre. Frida significa igualdad entre personas: mujeres y hombres, con o sin discapacidad.

Una manera de pintar marcada por su historia personal

Se considera que la obra de la mexicana ha sido feminista. En mi opinió su obra es simplemente humana. Sus vivencias personales han pintado sus cuadros.

Nacida en 1907 en Ciudad de México, tuvo que vivir una infancia diferente y dolorosa puesto que en 1913 enfermó de poliomielitis (una diferencia de volumen permanente entre su pierna derecha, más delgada, y su pierna izquierda). Con ello, practicó deportes no habituales por aquel entonces para una niña como el boxeo o el fútbol. ¿Os imagináis cómo tuvo que vivir esa niña su infancia?

Su vida volvía a dar un giro inesperado en 1925 cuando sufrió una perforación en la pelvis en un accidente de autobús que también le ocasionó fracturas en la pierna, clavícula, columna vertebral y varias costillas. Discapacidad. Perdió parte de su movilidad y tuvo que permanecer largos períodos en casa cuando el dolor era insoportable.

Durante este período comenzó su proliferación artística basada en su lucha personal: su discapacidad convertida en arte. Se dice que el aburrimiento y el estar inmóvil en cama la llevaron a pensar qué podía hacer. No tardó mucho en percatarse de que, con la adaptación de un caballete y un espejo que le sirviese para ser su propia musa, podría utilizar la pintura como herramienta de difusión de su experiencia personal.

Un pequeño apunte: La influencia del entorno

Antes de continuar con Frida, quiero hacer dos apuntes sobre arquitectura referentes al último párrafo. Concretamente sobre mi especialidad: la neuroarquitectura.

El primero de ellos es que, aunque estudios científicos revelan la relación entre el aburrimiento y la producción de cortisol que conlleva una posible relación entre las tasas de mortalidad y aburrimiento (hallazgos de los científicos Merrifield y Danckert), también se cree que el aburrimiento guarda cierta relación con la creatividad y la estimulación del neocórtex.

En segundo lugar, Frida no hubiese podido pintar de no haber contado con un entorno adaptado a sus necesidades. ¡Accesibilidad! Ahora bien, yo me pregunto ¿y si el entorno exterior también lo hubiese estado? ¿Cómo hubiese variado su producción?

Obras llenas de igualdad y experiencia personal

Esta pregunta me conduce a mostraros el análisis de una de sus obras, aunque también hubiese sido un buen ejemplo “El camión” de 1929 (obra que pudo haberse llamado “El autobús”).

Imagen: Cuadro «La Columna rota» en la que se dibuja el tronco superior de Frida, en posición centrada. En el autorretrato, el cuerpo semidesnudo de la mexicana se dibuja con la columna abierta y ensangrentada, sus pechos descubiertos y clavos sobre todo su cuerpo y rostro. Su faz se caracteriza por una expresión triste y con lágrimas en los ojos.

“La columna rota” data de 1944. Es un autorretrato diferente, desprovisto de la ornamentación animal o vegetal que solía acompañarla. Con esto pretendía mostrar su soledad, llorando.

Probablemente fuese su manera de expresar todo el sufrimiento físico y emocional que arrastró durante toda su vida. Una soledad que, además, estaba marcada por una época en la que la discapacidad, tal y como analicé en el Trabajo Final de Grado que desarrollé al término de la carrera de Arquitectura, pasaba por el «Período Médico» en el que la persona con discapacidad podría “aportar” algo a la sociedad en la medida en la que fuese rehabilitada.

Una época en la que Frida además de hacerse hueco en un mundo de hombres, también lo hizo en un mundo en el que a las personas con discapacidad se las infravaloraba, como a las mujeres (camarero ¡ración doble para Frida!).

 

Frida: persona ejemplo de superación y talento

Con esta pequeña publicación sólo pretendía hacer reflexionar sobre dos cosas:

En primer lugar, Frida Kahlo ha sido una persona, mujer, con discapacidad convertida en la musa de muchas mujeres y que, en su día, no sólo tuvo que luchar contra la desigualdad de género sino también contra la desigualdad que provocaba tener o no discapacidad.

En segundo, y no por ello menos importante, la importancia que cobra la arquitectura y el diseño de la ciudad en la privación ambiental en el comportamiento y desarrollo conductual y cerebral. ¡La arquitectura se trata de un asunto de salud pública!

Frida Kahlo nos demuestra que se puede llegar a ser una gran profesional y un modelo a seguir siendo mujer y teniendo discapacidad. Nos enseña que nadie, nada ni ninguna discapacidad puede limitarnos a perseguir y alcanzar nuestras metas. Y estas cosas, a día de hoy, no debieran ser necesarias decirlas porque somos de la #GeneraciónIgualdad. Ni hombres ni mujeres. Personas.

Soñar. Perseverar. Lograr. Siempre en la igualdad.

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